Caries en niños

Caries. Esa es la palabra que nadie quiere escuchar en el consultorio del dentista. Constituyen la enfermedad crónica infantil más común y los factores que influyen en su aparición son muy diversos, como tener unos dientes propensos a sufrir esta patología, el contacto con los hidratos de carbono fermentados en la cavidad bucal (dulces, leches, etc.), el tiempo (la frecuencia con que los dientes están expuestos a los ácidos derivados del azúcar) y la calidad de la higiene oral. 

La caries es un orificio en los dientes, que puede volverse más grande y profundo con el paso del tiempo,  también se denominan erosiones y es importante que te la reparen.

ALERTA:

Si tu hijo tiene sensibilidad dental, dolor o mal aliento persistente, podría tener una caries. A veces puedes verlas, ya sea como un parche blanco como la tiza o una mancha oscura en el diente. De cualquier manera, debes consultar a tu dentista.

¿POR QUÉ APARECEN EN LOS NIÑOS?

La condición más importante es la presencia prolongada de carbohidratos (azúcares) en la boca, que sucede en los niños que ingieren con frecuencia alimentos/bebidas con alto contenido en azúcares. Esta situación asociada a la escasa o ausencia de higiene oral, no utilizar dentífrico con la cantidad adecuada de flúor y la presencia de defectos en el esmalte no diagnosticados precozmente, favorecen su aparición y gravedad.

¿Por qué se le hizo un agujero a tu diente? Culpa al sarro. El sarro es una sustancia pegajosa formada mayormente por gérmenes que causan caries. Esta placa puede cubrir los dientes y, a medida que tu hijo come, la bacteria en la placa crea ácido. Es el ácido el que erosiona el esmalte de los dientes duros, creando caries.

¿EN DIENTES DE LECHE SON UN PROBLEMA QUE PREOCUPARSE?

 

Existe la creencia popular de que tener caries en los dientes de leche no reviste importancia porque estos acabarán cayendo y serán reemplazados por los definitivos. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.

Los dientes de leche comienzan a erupcionar alrededor de los 6 meses, a los 6 años el niño empieza a hacer el recambio y generalmente a los 12 años es cuando se produce la caída de las últimas piezas temporales, aunque cada niño lleva un ritmo diferente. Durante todos estos años, los dientes de leche deben permanecer en buen estado porque son vitales para que el niño pueda masticar y deglutir bien, hablar correctamente y lucir una bonita sonrisa, lo que favorecerá su autoestima.

No solo eso: guardan el espacio para cuando salgan los dientes permanentes que se encuentran debajo de la encía. Cuando un niño pierde un diente demasiado pronto, los dientes permanentes pueden moverse hacia el espacio vacío que ha dejado y hacer difícil que otros dientes adultos encuentren sitio para salir. Esto puede causar que se tuerzan o apilen los dientes.

¿CÓMO PREVENIR LAS CARIES?

Básicamente consistirá en eliminar o controlar los factores de riesgo comentados. Instruir a las familias en las ventajas de una dieta equilibrada. Retrasar al máximo la edad de introducción de los azúcares en la dieta del niño, hasta los dos años. Promover el consumo de fruta por encima de los zumos.  Las galletas y cereales de desayuno, las bebidas lácteas con cacao, los yogures endulzados y la bollería contienen gran cantidad de azúcares añadidos y no son buenas opciones para el desayuno y la merienda de los más pequeños.

También sabemos que cuanto más tarde se inicie la higiene dental, más tiempo el niño tendrá placa bacteriana, y más riesgo de caries.

 Por esta razón la higiene bucal tiene que formar parte de tu rutina desde temprana edad.

Basándonos en esto asegúrate de que:

♦ Beba mucha agua después de las comidas.

♦ Se cepille los dientes dos veces al día, durante al menos dos minutos.

♦ Cepille cada superficie de cada diente con un cepillo de dientes que se ajuste cómodamente en su boca.

♦ Usa una pasta dental con fluoruro (para niños mayores de dos años). 

♦El hilo dental es algo que los niños tienden a evitar, pero es importante usarlo a diario para evitar que se forme placa entre los dientes.

Si puedes inculcar buenos hábitos de limpieza dental en tus hijos, ellos podrán cuidar sus dientes y encías. Prevendrás las caries desde el principio, para que puedan disfrutar de una sonrisa más sana y feliz en el futuro.